jueves, 21 de julio de 2016

Santiago Almada: “Los escritores están obligados a creer en sus personajes”

Foto: Nelson Sosa
Hace más de cinco años se acercó a mí con una petición que, sinceramente, acepté sin analizar. Cuando tuve el libro en mis manos entendí que no había marcha atrás, me había convertido en un personaje de novela. Al menos mi nombre, profesión y estatura (junto al carrito rojo de mi hermana) formaban parte de una historia que no era la mía; es como si se tratase de una realidad alterna. Así me siento respecto a la trilogía que Santiago Almada escribió y que es protagonizada por una menuda periodista dominicana llamada Mitri Jiménez. De hecho, es la primera vez que lo digo, por eso tardé dos años en publicar esta parte de la entrevista que le realicé a quien las historias se le aparecen en sueños, los personajes lo invitan a tomarse un café, y las palabras se le agolpan en la cabeza hasta que quedan liberadas en novelas y cuentos.

¿Cómo un escritor reconoce que una persona puede convertirse en un personaje de un texto literario? 
No sé cómo será en el caso de otros escritores, en lo personal hay gente que me causa una impresión favorable, a veces no tanto, y noto que hay como una cierta profundidad, una personalidad que puede resultar interesante. A eso le sumo la capacidad de invención que tenemos los escritores, a partir de ahí es cuando invento el personaje. Primero pido permiso a la persona y, la mayoría de las veces, le aclaro que no hay ningún beneficio económico ni hay la posibilidad de que se publique la obra en la que va a figurar. Tal vez es un poco de pereza, más el atractivo que le da a quien escribe el estar hablando de un personaje que tiene muchos visos de realidad. 

¿Cómo así?
En realidad, cuando los escritores crean un personaje están obligados a creer en él, a darle todas las características que tiene una persona real, entonces cuando uno elige a una persona y la convierte en personaje, esta se le presenta al escritor mucho más real que un personaje inventado.

¿Y a usted no le da cierto temor acercarse a alguien a decirle que lo quiere convertir en un personaje? Le pregunto porque el escritor Hernán Rivera Letelier dice que si se los encuentra en la calle les sale huyendo o cruza la calle.
Cuando elijo a alguien como personaje de algo que estoy escribiendo por lo general es una persona cercana, con la que trato todos los días y con la que llega a haber cierta confianza. Me ha pasado con gente que me ha dicho que no y he respetado esa decisión, no por el hecho de que un día se entere de que no le hice caso, porque lo más probable es que no lea lo que he escrito, es simplemente por el respeto que uno tiene hacia las personas que conoce.

El hecho de usted pedir permiso, ¿es porque toma todo de esa persona para hacer el personaje?
No necesariamente. De hecho, en el caso de Mitri Jiménez es una versión muy libre la que he creado. Lo que sí es que he tratado de respetar ese espíritu inquieto, esa sensibilidad y esa inteligencia que ejercita en todo momento. No es un personaje perfecto, comete muchos errores, sigue pistas falsas en sus investigaciones, se deja llevar por su sensibilidad y en algún momento siente miedo. Es decir, no es la heroína invencible, no es una Lara Croft, y es eso lo que he tratado de reflejar en lo que escribí. 

El narcotráfico y la corrupción están muy presentes, sin embargo usted no vende esta historia como una “narconovela” sino más bien como una trilogía policial.
Lo que pasa es que primero no es el narcotráfico lo que aparece, si bien es el tema central, sino la vida de tres mujeres que son independientes, que no tienen el proyecto de vida que la sociedad asigna: que es casarse, tener hijos, vivir para su trabajo, su esposo, su familia… Son mujeres que practican karate, en el caso de las abogadas que son amigas de Mitri, una disciplina que les brinda seguridad ante cualquier tipo de situación de violencia que se presente. Por otro lado, intento que refleje a la sociedad dominicana, cómo vive la clase media; al mismo tiempo cuando me puse a hacer el proyecto me encontré con que no podía escribir una novela policial en la que hubiera un detective o un policía honesto que fuera creíble (risas).

Pero, puede haberlo…
Puede haberlo, no dudo que exista en la realidad, el tema es la credibilidad que tiene que tener la historia que uno escribe. Me pasó que el coronel Monción, de la primera parte de la trilogía, a mucha gente le gustó como personaje y me preguntaron por qué no era el héroe de la novela. En realidad no era el objetivo. Me pasó también que el personaje de la periodista Mitri Jiménez iba a ser un personaje anexo y eso lo aclaro al final de la novela, era el personaje que le iba a aportar a las abogadas karatecas los datos que ellas iban a necesitar para investigar y eventualmente agarrarse a golpes con todo el mundo, sin embargo termina siendo el personaje central de la historia y se convierte en la investigadora, las otras dos pasan a ser sus ayudantes. Ese fue un proceso que se dio de manera natural mientras la historia iba transcurriendo.

¿Y qué le inspiró a escribir acerca de esos hechos criminales?
Me impresionó mucho la trilogía de Stieg Larsson con el personaje Lizbeth Salander, que es una muchacha que evidentemente tiene problemas psicológicos muy marcados, pero que tiene a su vez un coeficiente intelectual tan grande que se convierte en un genio del hackeo de computadoras. Llega a ser tan genial Lizbeth que a un banquero corrupto le hackea sus cuentas bancarias y todo ese dinero pasa a ser de ella y el tipo queda en la calle. Obviamente esas son cosas que suceden dentro de una historia literaria. No creo que en la vida real puedan ser factibles. Cuando terminé de leer esa novela que transcurre en Suecia me pregunté cómo sería si esta historia transcurriera en Dominicana.

El escritor Juan Gabriel Vásquez dice que las novelas no dan más respuestas sino más preguntas.    
Sí, exactamente. Y hay un momento en que el personaje, la situación, la trama, todo plantea una serie de interrogantes que si uno tratara de responderlos en su totalidad se volvería loco (risas); no creía en eso hasta que me puse a escribir novelas. Yo conocí al escritor Leonardo Padura y le pregunté por un personaje de una novela que él escribió y él me dijo: “Yo nunca supe quién era esa” (risas). Y a mí me parecía que ese personaje era lo suficientemente real y daba la impresión de que era parte de sus afectos. Supongo que eso debe suceder todo el tiempo y que le debe suceder a la gente que fabula. De hecho, Los escritores son unos fabuladores más metódicos que el resto de fabuladores. 

¿Y la mayoría tiene problemas de ego?
Supongo que sí. A mí me sucedió en la juventud cuando escribía poesía y estaba convencido de que mis poemas estaban destinados a revolucionar la historia de la literatura, pero eso se me pasó muy pronto. He conocido gente que escribe muy bien y que sin embargo siempre está inconforme porque le parece que no recibe todo el reconocimiento que debiera. En lo personal, hace mucho que dejó de importarme la fama, la popularidad, como todos los escritores yo soñé durante muchos años en que podía vivir de la literatura, que mi obra se vendería, pero con el tiempo... me di cuenta que no.

                                                   Trilogía de Mitri Jiménez


En febrero de 2015, el escritor Santiago Almada publicó su primera trilogía en Amazon. 

1. El paso de los lobos. La periodista Mitri Jiménez investiga a un diputado corrupto y narcotraficante, y se verá envuelta en una trama de peligros, acechanzas y muerte que enfrentará con la ayuda de sus amigas, las abogadas y karatecas Yokaira y Alina.
2. Comida para serpientes.
 La joven y menuda reportera Mitri Jiménez ha regresado a República Dominicana y continúa su enfrentamiento con el narcodiputado, pero se expone a otros peligros que pondrán a prueba su coraje y su integridad.
3. El exilio del buitre.
 Mitri Jiménez ha viajado a Suiza, donde pasa unos días mágicos con su novio, que resulta ser investigador de una agencia internacional. Finalmente desenmascara al narcodiputado, luego de afrontar una serie de peligros junto a sus amigas Yokaira y Alina.

lunes, 4 de julio de 2016

Laura Posada: “Es una época maravillosa para ser mujer y tenemos que aprovecharla”

Nos sentamos a conversar en Librería Cuesta. Allí, rodeadas de libros, esta coach de vida, productora, conductora de TV y escritora puertorriqueña, me habló de personas tóxicas, pensamientos negativos y especialmente de mujeres fuertes y exitosas. ¿La razón? Su más reciente libro “La dieta mental”.

Foto: Karla Khouri
Cuando uno escucha la palabra dieta piensa en que le están prohibiendo algo. Entonces con “La dieta mental”, ¿qué uno debería pensar?  
Tienes que pensar en limitarte de los pensamientos negativos, de las personas tóxicas que tienes alrededor. Y con eso me refiero a los miedos, a las excusas, al pensar en que no puedes… Si no entiendes lo que está pasando allá dentro (señala su cabeza) y no reconoces los pensamientos negativos de las cosas que te están haciendo daño, pues no podrás salir adelante porque no vas a entender lo que está pasando en tu vida.

¿Y de qué manera el libro le hará ver al lector que está en esa situación? 
Lo hice bien sencillo y fácil de entender. Los diez primeros capítulos son casos de la vida real, situaciones con las que cualquier persona se puede identificar. El libro lo que hace es que explica cómo se han resuelto cada una y qué puedes sacar de ahí para aplicar a tu vida. Lo que quiero es que las mujeres despierten, sean las guerreras que todas llevamos dentro, porque es una época maravillosa para ser mujer y tenemos que aprovecharla, y sobre todo porque como mujeres tenemos que ser ejemplo para esas generaciones que vienen detrás. El capítulo 11 es mi historia, de lo que he pasado y lo que me ha llevado adonde estoy hoy, y finalmente está el salón de la fama del libro; entrevisté a 13 mujeres famosas y me contestaron todas las mismas 12 preguntas sobre el éxito, el fracaso, el miedo, sobre cómo cumplir en todas las facetas como mujer sin olvidarse de sí mismas y ser feliz.

¿Por qué de las celebridades escogiste a esas en específico? ¿Ya conocías sus historias? Casi todas son mujeres con las que he tenido contacto y he aprendido algo de ellas. Tengo a una dominicana que es Sofía Lachapel, ella tiene dos niños autistas, trabaja en televisión para sacarlos adelante y trata de ayudar a otras madres con niños con autismo. Tengo a Lily Estefan que perdió a su mamá a los 11 años y cuando la ves no imaginas que ella tuvo que pasar por eso a una edad tan joven porque muchas personas se dejan caer y ella hizo todo lo contrario. Teresa Rodríguez sobrevivió a un accidente de avión y tuvo que lidiar con la muerte de su esposo… todas mujeres que tienen historias bien fuertes.  Leer estas cosas te ayudan, porque si ellas han podido con esto tú también puedes.

¿Cuánto tiempo te llevó hacer el libro? 
Desde que se me ocurrió el libro, que fue inspirada por un pensamiento de Paulo Coelho que leí… como un año. Soy perfeccionista, revisé el libro seis o siete veces. También coordinar las entrevistas con esas mujeres me tomó tiempo, porque todo el mundo tiene viajes, presentaciones…

El libro compara la vida con el béisbol, ¿por qué hacerlo así?  
Imagínate, porque estoy casada con Jorge Posada y me tocó verlo en primera fila jugando béisbol. A veces estando sentada ahí me ponía a pensar en cosas que pasan en el juego que se aplican a la vida.  Tienes que tomar decisiones que a veces son difíciles y tienes que armarte de un buen equipo, tienes que saber cómo jugar en diferentes posiciones y tienes que responder a todas las curvas que te envía la vida, por eso cada capítulo tiene un título de béisbol. Está bien curioso porque si hay un hombre leyendo el libro, pues tiene ahí un poco de entretenimiento y las mujeres que lo están leyendo a la vez aprenden un poquito también del béisbol.

¿Por qué entiendes que hay esa demanda de que existan libros como este? 
Porque como seres humanos hay veces que no sabemos cómo lidiar con las situaciones difíciles, se presentan obstáculos y en vez de reaccionar y tratar de superarlo nos cogemos pena, nos hacemos las víctimas o lo agarramos hasta de excusas. Entonces por eso creo que estos libros hacen falta y el público los recibe.

¿Qué recomendación le darías a quien necesita estas historias? 
Cualquier situación positiva o negativa es solo un pedacito de tu vida, entonces tienes que aprender a disfrutar el viaje. Todo está en tu actitud.

¿Qué frase de Paulo coelho te llevó a pensar en todo eso? 
Una frase en la que dice que estaba a dieta de pensamientos negativos, de personas tóxicas y de todo lo que no le convenía.

Pero, ¿cómo uno identifica a las personas toxicas?  Uno tiene que ver cómo las personas reaccionan sobre todo en los momentos difíciles, quiénes están contigo, los comentarios que dicen, si te atacan cuando te caíste o si te levantan. A los amigos uno los puede escoger, entonces escoge a esos que le van a sumar a tu vida y que te traerán felicidad. 

¿Y en el amor? Porque a veces uno no escoge de quién se enamora… 
Ahí uno tiene que usar la inteligencia, sobre todo fíjate en los casos de las mujeres que son maltratadas, quizás estén enamoradas pero, ¿qué van a hacer? ¿Se van a quedar hasta que las maten? No, tienen que ser fuertes y tienen que decidir si salir adelante o quedarse. Para mí no es una decisión tan difícil, porque la primera persona a quien tienes que querer es a ti.

De hecho, la Biblia dice: “Ama al prójimo como a ti mismo”. 
Exacto, a ti es a quien tienes que querer primero y respetarte, porque las personas te van a tratar como tú dejas que te traten.