viernes, 18 de abril de 2014

Luis Beiro: “Me gustaría morir acompañado de un libro ejemplar. Uno de esos libros que resuma el camino de mi vida, la vocación de mis insomnios y la fe en el amor”.

Foto: Ricardo Hernández
Escribir acerca del escritor y periodista domínico-cubano Luis Beiro Álvarez no es tarea difícil, pues su nombre es muy conocido en el círculo de intelectuales de República Dominicana. Lo complicado es que te conceda unas palabras, pues es un hombre de muy bajo perfil. Lo demostró la noche de la puesta en circulación de su más reciente libro, “Los elegidos de Miranda” -segunda parte de la trilogía “Memorias de un joven comunista”-, al preferir que cuatro poetas leyeran sus propios versos antes que hablaran de él -cosa que inevitablemente hicieron al final-. Al referirle la posibilidad de una entrevista, se preocupó por la exposición que esta podría tener, algo que resulta extraño proviniendo de alguien que es editor de la sección “Ventana” del Listín Diario. Pero lo cierto es que a Beiro, residente en el país desde hace más de 20 años -tiempo que ha dedicado para perfeccionar la trilogía que escribió mucho antes de pisar suelo dominicano y otros libros de poesía que son lectura obligada-, le gusta más entrevistar a otros. Su personalidad afable, sus ganas de enseñar -con sus respectivos jalones oreja merecidas- y su lucha por la vida le han hecho merecedor del cariño de muchos, en especial de decenas de jóvenes periodistas que han pasado por sus manos y que dijeron presentes en la actividad “Todo por la poesía”, realizada en el Centro Cultural de España (CCE). Al cierre de esta edición le recordamos a Beiro que tenemos una entrevista pendiente y que solo hay una pregunta que no le haremos porque ya la respondió en su blog: “Me gustaría morir acompañado de un libro ejemplar. Uno de esos libros que resuma el camino de mi vida, la vocación de mis insomnios y la fe en el amor”. 

Mientras llega la entrevista…
Adquiere el libro: “Los elegidos de Miranda” está disponible en Librería Cuesta a RD$600.

domingo, 13 de abril de 2014

Farah Hallal: “La escritura es un refugio que siempre me salva la vida”.

Foto: Orlando Cordero
"Un adiós para mamá" es el título de la más reciente novela infantil escrita por la coordinadora de la comunidad de artistas “Y también soy palabra”, Farah Hallal, quien obtuvo el premio infantil y juvenil “El Barco de Vapor” de la Fundación SM al ser considerada por el jurado como un escrito lleno de luz frente a las pérdidas.

Según el jurado tu novela está llena de esperanza, ¿cómo lograste escribirla en uno de los años más difíciles de tu vida?
La escritura es un refugio que siempre me salva la vida. Y cuando estoy en medio de tormentas, escribir permite el flujo de mis emociones y las transforma.

¿Se podría decir que “Un adiós para mamá” refleja un poco lo que viviste?
La terminé de escribir al pie de la cama de mi hija, mientras se debatía entre la vida y la muerte por un dengue hemorrágico. Aunque esto no figura en la novela, creo que esa fuerza, indispensable para superar batallas, quedó cosida en algún costado del relato.

El jurado también dice que pocas obras han conseguido tratar tanta novedad de elementos. ¿Cómo lo lograste?  
Leer la novela con mi hija, y escuchar sus opiniones, fue muy enriquecedor y nos unió de una forma especial. También lo fue someter el relato a sucesivas revisiones con una mente abierta y creativa.

¿Cuál es el motivo por el que una editorial la encontró no apta para niños?
El tema les pareció inadecuado para la edad y expresaron que la calidad literaria de los primeros capítulos mal cruzó la línea del libro de autoayuda. Lo cual, es casi cierto: es muy conmovedora porque habla de un dolor real que necesita ser curado. Entonces este libro va para quienes necesitan deshacer algunos nudos que llevan en el corazón.

¿Entonces por qué decidiste enviarla a un concurso de literatura infantil?
Lo que más seguridad me infundió fue la actitud de mi hija. “Si a ella le gustó, a otras de su edad puede gustarle”, me decía. El proceso de revisión fue intenso y en el transcurso de ese tiempo escuché con el corazón aportes de diferentes personas.

Los niños deben leerla porque… 
Les pondrá en contacto con sus laberintos interiores y les ofrecerá un mundo alternativo donde sus opiniones y necesidades serán importantes. 

Si pudieras definir esta novela en una oración, ¿cuál sería?
En “Un adiós para mamá” los ciclos de la vida ponen a prueba lo que somos, pero la magia del amor y la solidaridad se abrazan a lo que podemos llegar a ser.

jueves, 10 de abril de 2014

Pedro Antonio Valdez: "En nuestro país, lamentablemente, existe muy poco material (literario) que tenga que ver con los jóvenes".

Foto: Prisa Ediciones RD

Pedro Antonio Valdez, director ejecutivo de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo, escribió durante 2 años la novela "Palomos" en gran parte como homenaje al universo creativo del hip hop, el grafiti, el brakedance, los videojuegos, el rap, el reggaetón, la ropa, y  también como un guiño a los jóvenes para que reafirmen su sentido crítico ante las cosas que ven, les gustan y consumen. Valdez asegura que ‘’Palomos’’ es como un puente hacia los adultos que suelen rechazar y juzgar con prejuicios la cultura del rap y reggaetón, para que la vean mas fríamente desde las páginas de un libro.   

¿Cómo surge su interés por el género del reggaetón y el rap?
El género del rap y el reggaetón es una música que refleja mucho la forma de pensar y de vivir de los jóvenes y adolescentes. Viene de abajo, como muchas de las músicas populares que reflejan un proceso social. Comenzó a producirse desde los barrios marginados, tanto en términos literarios como en la propia música. Todavía guarda un vínculo directo con esas raíces que, obviamente, nunca va a perder. Es un género que creo que merece más atención en las discusiones que se realizan sobre arte y música en el país.

¿A qué atribuye usted el que los jóvenes se inclinen por este género?
Es una música que sale de ellos. A los jóvenes de este país les gusta el merengue, pero este les fue heredado. En el caso del reggaetón y rap, en nuestro país es una música que desde principios de los 90 comienzan a producir directamente los jóvenes. No en laboratorios, ni en estudios de grabación, sino en habitaciones de casas, en las calles y en los barrios. Es una música de la que se empoderaron completamente. De hecho, es muy difícil encontrar una persona de 40 años que tenga una trayectoria en el reggaetón, incluso en Puerto Rico.

¿Por que escribió la historia en primera persona?
Tiene mucho que ver con el tipo de música. El rap y los reggaetones son en primera persona porque precisamente, quien lo produce es quien lo vive, quien sufre el mundo que está recreando e imaginando o que está expresando. El mensaje suele ser tan crudo y tan cercano, que todo el que tiene que ver con la vida de ese cantante o artista, con la forma en que vive, todo el que es de un barrio, se ve reflejado directamente. Entonces ese ‘’yo’’ del artista es el ‘‘yo’’ de quien está escuchando también. Eso resulta más cómodo para la gente y para el artista. En la novela es un intento de hip hop que empodera ese ‘‘yo’’.

¿Cuál es la razón por la que utilizó frases de canciones para nombrar los capítulos del libro?
Es como una forma de establecer un puente entre los lectores y el libro. Y también como una manera de demostrar mi reconocimiento y admiración por esos cantantes. En general, las letras que están en el libro demuestran mucho ingenio de sus escritores. Reflejan una visión de la sociedad sin muchos miramientos y una forma de presentárselo a quien no conoce esa música, que son la mayoría de los adultos, para que sepan qué es lo que dice esa música.

¿Algún personaje es real o la novela está basada en un hecho verídico? 
(Ríe) Todos son reales, porque todo lo que existe es real. Se dice que es real lo que una palpa, lo que uno sueña, lo que uno piensa, lo que uno imagina porque la realidad se compone de muchos niveles, de muchas dimensiones. Son reales en tanto son personajes de una novela que tienen nombre, que tienen una vida, con relación a eso, son reales. Por supuesto, los cantantes que se citan son irreales en tanto también de una forma son personajes de la novela, fuera de ahí, no existen.

¿Qué critica ha merecido la novela?
La crítica ha sido muy favorable, en términos de los lectores que son la crítica que a los escritores más les interesa y más necesitan. Los jóvenes se han sentido muy motivados a entrar al universo crítico de la novela. Aunque es el mundo de ellos, no necesariamente lo toman como robots, sino que lo toman desde el punto de vista crítico y analítico. Muchos adultos con los que he tenido contacto, que han leído la novela, se han sentido muy interesados en ese tipo de mundo. En general ha sido muy buena la aceptación.

En ese sentido ¿Cree que se pueda tomar en cuenta para material docente?
Si, sobretodo porque en nuestro país, lamentablemente, existe muy poco material que tenga que ver con los jóvenes. Generalmente los programas de lectura, en las escuelas, en las universidades, suelen ser de materiales impuestos. De pronto, un maestro decide que los estudiantes van a leer y analizar un libro sin preguntarles a ellos qué les interesa leer realmente. Seguro que si se les pone a ellos a elegir, eligen un material más acorde en cómo ellos piensan, en cómo viven y cómo ven el mundo. Palomos es una novela que al estar construida a partir de un imaginario cercano a los jóvenes puede que les resulte muy interesante.

¿Ha tenido alguna dificultad con la publicación del libro?
No, en lo absoluto. Aunque yo creo que las criticas fundamentales son las que le dan a uno de comer. 

¿Alguna recomendación sobre su novela?
Que la lean.

Sinopsis de "Palomos"

Una pandilla de muchachos se reúne en una esquina. Antonio, un chico que empieza la adolescencia, recién llegado al barrio, ingresa al grupo, pero su capacidad de análisis, su inteligencia y valor lo diferencian del resto, tanto ahí como en la escuela. Junto a Lacacho, el líder de la pandilla, y sus demás compañeros, enfrentará momentos difíciles de la vida, como la muerte y el engaño; también compartirá ilusiones de fama y riqueza. 

miércoles, 9 de abril de 2014

Andrés Neuman: "La gente que antes no leía, ahora lee lo que puede".

Foto: Karla Khouri
Lo recuerdo como si hubiese sido hoy. La cita estaba pautada para las 3:30 p.m. en el hotel donde se hospedaba el joven escritor argentino. Minutos antes, la representante de la editorial nos recibe -a la fotógrafa y a mí- en el lobby y nos guía hasta el décimo piso.

Era la primera vez que entrevistaba a un escritor. Los nervios (literalmente) me estaban matando, quizás por la inexperiencia -apenas tenía dos meses en ejercicio-, tal vez por la adrenalina de entrevistar a alguien que ejercía la profesión que yo siempre he anhelado tener, probablemente porque apenas pude leer cinco páginas de su libro -pues me lo enviaron un día antes del encuentro- o porque desde que había leído las críticas -“El autor que apostó por escribir una novela ambientada en el siglo XIX, con recursos estilísticos  de nuestra época”-, ya me parecía demasiado inteligente.

El hecho es que estaba allí, en el piso 10 del hotel en cuestión, esperando a que el ganador del Premio Alfaguara 2009 hiciera su entrada triunfal. Lo hizo luego de una breve espera. Llegó a la pequeña sala soleada en donde nos encontrábamos. Nos saludó y con una sonrisa preguntó si queríamos café. Ante nuestra negativa continuó sonriendo y pidió uno para él. Tomó asiento de manera 'chabacana' -como ¡vamos a lo que vinimos!- y colocó su taza en la mesita redonda que nos separaba.

Conversamos de manera breve, pues las fotos y la entrevista debían hacerse en solo 30 minutos, tiempo en que me comentó que los viajes que estaba haciendo para promocionar su libro no le causaban estrés, pero sí un poco de ansiedad al darse cuenta de que estaba viendo un país a través de una cerradura.
¿Usted se ha sentido atrapado en un Wandernburgo (lugar donde sucede la historia de "El Viajero del Siglo") alguna vez?
Mucha gente se ha sentido atrapado en un lugar. Están los extranjeros que no se encuentran a gusto en un lugar porque proceden de otro y no se acostumbran al nuevo, pero también hay una segunda clase de extranjeros más interesantes para la literatura, que son los que detestan el lugar en el que han nacido, los que nacieron inadaptados, y de esa gente hay mucha, más de lo que uno cree. Está el que viaja incesantemente en el caso de Hans, que no sabe cuál es su lugar en el mundo, pero también está el de quienes no tienen posibilidades de salir, de recursos o la vida personal que les permita viajar, esos son los extranjeros más intensos, los que no les gusta el lugar donde han nacido y no pueden salir. En ese sentido mucha gente vive en Wandernburgo. Precisamente la novela trata de abordar diferentes tipos de extranjerías. En la novela hay personajes extranjeros de otro país, personas que sienten que en su propio país son extranjeros, por eso se van, y hay otros personajes que nunca se pueden ir y eso los hace sentirse infelizmente extranjeros. Por eso de extranjerías y de viaje aparecen reflejados en la novela.

Coincidencialmente, gracias al Premio Alfaguara 2009, usted está viajando mucho. ¿Qué significa para un escritor ganar un premio que le permita hacer eso?
Por desgracia el mercado de libros en español está muy compartimentado, muy fragmentado, y para los que hemos nacido en Latinoamérica o vivimos del otro lado del charco es especialmente triste ver que nuestros libros se ahogan por el camino. Entonces eso solo se puede lograr con premios de esta categoría. No hay forma de tener presencia en las librerías de Asunción, de La Paz, sino era mediante un golpe de fortuna de esta naturaleza, así que lo que más me está gustando y lo que más emocionante me resulta es acompañar al libro en su viaje y ver que si está en todos los países. Me parece una excusa maravillosa para poder empezar a conocer algunos de esos países. En el caso de República Dominicana, donde no había estado nunca.

Dice una frase que se aprende más de los fracasos que del éxito. En el caso de usted que ha ganado varios premios por su trabajo, ¿qué aprendizaje ha obtenido?
Antes de todo esto hubo otras veces en las que perdí y nadie se enteró. Solo se hace público cuando un autor gana, pero ese escritor antes ha perdido muchas veces, entonces cuando le toca la suerte de ganar premios y cuando los gana es muy consciente de que pudo haberlos perdido. Uno solo es noticia cuando las cosas van bien, entonces alguien, un observador externo, puede tener la impresión de que ese autor solo conoce el éxito, porque lo que se publica es el éxito, pero el fracaso que es íntimo es fundamental para entender el valor de lo otro.

¿Y qué valor tiene su libro después de haber ganado el premio Alfaguara?
Tiene muchas cosas especiales para mí, pero lo que me interesa es saber lo que tiene de especial para el lector. Para mi significó mucho trabajo, es uno de los libros que más trabajo me costó. Las jornadas de trabajo fueron de 8, 10 ó 12 horas por día… La novela es una de esas de personajes, por lo tanto fue realmente intenso relacionarme con ellos y totalmente triste tener que dejarlos. Y en cuanto a cómo podría definirla, digamos que es un intento de reescribir el clásico género del folletín romántico desde una perspectiva mucho más atrevida, mucho más contemporánea. Tanto los recursos estilísticos que se emplean que son de nuestra época, no del siglo XIX, también hay recursos cinematográficos, efectos de zapping, etc. Una mezcla de literatura contemporánea, recursos visuales de la televisión y el cine, todo ese lenguaje no es el XIX. 

¿Teme usted que su trabajo no tenga la dimensión deseada cuando la mayoría de los materiales docentes solo incluyen libros de escritores tradicionales?
Me parece un error. Creo que falla también, aparte de la cultura general de la gente, las estrategias didácticas. No se le puede pedir a alguien que nunca ha leído un libro que disfrute el Quijote, eso es un profundo error. Yo creo que hay que empezar a enseñar a los jóvenes que la literatura sirve para explicar su realidad, no otra realidad. Es un poco de responsabilidad de todos. El programa que a veces está mal concebido, del profesor que se empeña en cumplirlo religiosamente al utilizar solo las fuentes más evidentes con el manual y también, por supuesto, responsabilidad de la familia, es decir, los alumnos llegan pésimamente educados al centro de enseñanza. Es un problema complejo que hay que abordar en conjunto si se quiere mejorar la situación. 

Hay quienes aseguran que la literatura se está volviendo comercial, ¿qué piensa usted al respecto?
No creo que la literatura se esté volviendo comercial, lo que creo es que ahora se publican más libros que antes y entonces se multiplica la cantidad de bestseller de baja calidad. Como ahora se ha democratizado la cultura, eso tiene consecuencias positivas y algunas negativas. Las positivas es que la gente que antes no leía ahora lee lo que puede. No leen a Borges, leen lo que pueden… Hay muchos libros para todos los públicos, hay para gente que no puede leer a Borges, pero si puede leer a Corín Tellado, Paulo Coelho, ¿y por qué va a ser malo eso? No es que la literatura se volvió comercial sino que el circuito de lectores se amplió.

Sinopsis de "El viajero del siglo"
Buscando una posada para pasar la noche, Hans detiene su coche de caballos en Wandernburgo, una ciudad entre Sajonia y Prusia. Se queda un día más y, al siguiente en la Plaza del Mercado, se fija en un anciano que toca el organillo. Emocionado por la música, se acerca a dejarle una propina y conversa con él. Pronto entablan amistad y la estancia de Hans se alarga indefinidamente. En una recepción de personalidades y familias importantes, conoce a unos apasionados contertulios y, sobre todo, a Sophie, la hija de uno de ellos. Aunque la joven está comprometida, surge el amor al que amenaza un enmascarado asesino que ronda la ciudad.

Mario Vargas Llosa: “La piratería editorial desaparecería en un día si los gobiernos lo quisieran".

Foto: Cortesía de Alfaguara RD

Un amante de la política. Un opositor de las injusticias. Un representante a toda luz de la literatura latinoamericana. Así debe ser descrito Mario Vargas Llosa. Sus ideales traspasan la solapa de sus libros, convirtiéndose en noticia. A un mes de haber ganado el Premio Nobel de Literatura 2010, publicó un libro que desde su primer día en venta fue catapultado a la fama e infamia, gracias a la piratería.

“La piratería editorial desaparecería en un día si los gobiernos lo quisieran, porque no hay nada más fácil que encontrar la línea que conduce a un vendedor callejero de libros piratas, que lo imprime y se beneficia con ella”, afirmó en aquel entonces el autor que ha abordado varios géneros desde que se convirtiera en un referente literario en los años sesenta, con el boom de la literatura latinoamericana.

Su voz, sin dudas, emocionó a más de uno. No importó el eco de 15 teléfonos en conferencia. Medios de comunicación latinoamericanos escuchaban atentos cada palabra que salía del altavoz. El autor peruano de “La Fiesta del Chivo” estaba al otro lado, respondiendo inquietudes, elogios y bromas acerca de su nuevo libro; y otras… no tan cercanas a él.

Ante la inquietud (de quien escribe) respecto al tema de la piratería (que poco a poco generó controversias en Latinoamérica y que como respuesta el gobierno de Perú ordenó intensificar su combate), el ilustre escritor expresó: “La piratería es uno de los males que tenemos que tratar de erradicar en algunos países latinoamericanos… porque es una manera de ir destruyendo la legalidad y de abrirle las puertas a la violencia”. Y es que, de “El Sueño del Celta” se imprimieron -en un principio- unos 500 mil ejemplares legales y unos 100 mil pirateados.

Según la editorial Alfaguara -organizadora de la conferencia telefónica-, se calculó que por cada libro legal, circulaban siete copias ilegales, vendidas a un precio superior al que habitualmente suele tener este tipo de mercadería. El Sueño del Celta” estuvo disponible en las librerías y tiendas de República Dominicana a un costo de 825 pesos. En Perú, Madrid y Estados Unidos, se vendía a 69 soles, 22 euros y 24 dólares, respectivamente. Y en copias ilegales, los precios variaban entre los 25 y los 40 soles (9 y 14 dólares).

Resultó irónico que la novela “El Sueño del Celta” (aunque "hay más imaginación que historia", según advierte su autor) contenga en sus páginas el problema de la maldad, la crueldad y la violencia del ser humano, por desgracia aún permanente; y que en su entorno circulara y suscitara un tema tan controversial que atenta contra la legalidad, elimina fuentes de empleo y afecta el Estado de derecho.

“Cuando impera la ilegalidad y la ley del más fuerte, entonces la barbarie irremediablemente irrumpe y se pueden cometer cosas tan espantosas como las que cometió Trujillo cuando era amo y señor de la República Dominicana; como ocurrió en el Congo o en la Amazonía, donde los dueños de la caucheras, también amos de la horca y del homicidio, tenían garantizada la unidad, y esto permitió, pues, que se cometieran los horrores que Roger Casement (personaje principal de “El Sueño del Celta”) denunció”, argumentó Llosa.

Para este autor, la piratería editorial es una de las manifestaciones de nuestro subdesarrollo.  “Simplemente los gobiernos actúan como si esto no fuera realmente un delito sino una falta permisible”, afirmó el hombre al teléfono que prefiere morir antes de que Alberto Fujimori o el extinto Hugo Chávez le salven la vida y que se declara aficionado a la corrida de toros.

“Es terrible que en nuestros países haya una cierta apatía frente a la piratería, vista como una falta menor. Incluso hay defensores de la piratería alegando que gracias a esto los libros son baratos, ignorando que con esto se está destruyendo a las empresas que quieren trabajar en el marco de la legalidad, que pagan impuestos y derechos de autor, es decir, que hacen funcionar lo que es un Estado de derecho, lo que es una democracia”, dijo el ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, quien tiene la esperanza de que la razón por la que ganara dicho galardón fuera eminentemente literaria.

Esperamos que esta pesadilla sufrida por este libro, que apenas contaba con unas semanas de publicado, no continúe afectando a la industria editorial, musical y del séptimo arte.

Sinopsis
El sueño del celta narra la peripecia vital de Roger Casement, un aventurero e idealista a quien la vida le esperaba como una metáfora de la maldad. Ahí, en ese territorio que se multiplica por cinco (África, la Amazonia, Irlanda, la cárcel y el sexo), este héroe con contradicciones toca la maldad humana en su estado más puro y, por tanto, más enfangado. Una obra apasionante que roza el alma humana, la atraviesa y la devuelve en su estado más verdadero, oscura o clara, clemente o maldita.

martes, 8 de abril de 2014

El miedo, una emoción tangible en ¨El violín de la adúltera¨


Quizás sea por el morbo de saber que a alguien le están pegando los cuernos, que "El violín de la adúltera" es de esos libros que atrapa al lector desde el título. Lo cierto es que a medida que avanzan las páginas, el protagonista de esta historia, el abogado Néstor Luciano Morera, se encarga de mostrarnos una emoción que todos hemos sentido alguna vez y que nos avergüenza admitir: el miedo. 

Para Néstor, el miedo era el eje de su vida. Tenía miedo al qué dirán. Tenía miedo a decir lo que pensaba. Tenía miedo a las mujeres. Tenía miedo a que lo vieran intimar con un homosexual. Tenía miedo a enfrentarse con sus propios miedos. Tenía miedo hasta de existir, por lo que era tímido y le aterraba la pequeñez de su alma. Pero, irónicamente, a lo único a lo que no le tenía miedo y, de hecho, hasta se complacía en decir reiteradas veces, era de llamarse a sí mismo: "Cobarde con memoria". 

Sí, el miedo nos hace humanos, pero de ahí a que defina nuestras vidas hay un trecho muy amplio. Y eso le pasaba a Néstor. Sin embargo, debemos aclarar que él no era del todo culpable de sus temores. En esta novela se puede apreciar que la sociedad es culpable de infundir temor, ya sea a través de la cultura, a través de la política, a través de las religiones o a través de ciertos personajes, cuyo principal placer es el de causar pánico. 

La historia de "El violín de la adúltera" transcurre en una época que para muchos dominicanos es la causa de sus pesadillas: La dictadura de Trujillo. Por lo que no es de extrañar que muchos de los fantasmas que acosaban a Néstor fueran los mismos que asediaban a los residentes de "Ciudad Trujillo". ¿Uno de ellos? El teniente general José Arismendy Trujillo (Petán), director de La Voz Dominicana, entidad en la que laboraba el protagonista de la novela. 

Otros temores que sentía Néstor provenían de esas voces culturales que, aún hoy, seguimos escuchando. Por ejemplo, algunas de las frases que aparecen en el libro y que han sido extrapoladas de nuestra realidad aluden al machismo: "A los hombres no los han educado para gemir las penas", y por eso Néstor trataba -aunque en vano- de no llorar. "Llorar es de pendejos", y por eso Néstor se aguantaba aún más el llanto. "Escribir un diario no es cosa de hombres", y por eso a Néstor le aterraba que le encontrarán escribiendo sobre su vida. Y en el momento en que empezó a recibir los anónimos que le alertaban de que su mujer le pegaba los cuernos, Néstor tuvo miedo de que la gente se enterara.

El miedo, esa palabra tan corta, pero tan poderosa, nos puede controlar de tal manera que nos puede quitar las ganas de soñar y en el peor de los casos hasta las ganas de vivir. Andrés L. Mateo, sin lugar a dudas, ha escrito una novela que nos hace reflexionar al respecto. Quizás no era su objetivo, quizás sí, quién sabe, más adelante podremos preguntarle al respecto, aunque como dice el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, Premio Alfaguara 2011: "Las novelas no dan respuestas, más bien tratan de hacer más preguntas".

viernes, 4 de abril de 2014

José Ovejero: “La diferencia entre enamoramiento y amor es la cantidad de fantasías que hay en las dos fases”


Foto: Karla Khouri
José Ovejero es un hombre arriesgado. A los 42 años decidió abandonar un trabajo bien remunerado para hacer lo que realmente le gusta: escribir. Y lo ha hecho tan bien que en el 2013 ganó el Premio Alfaguara por su novela “La invención del amor”, historia de la que conversamos con él en su reciente visita a República Dominicana.

Samuel dice que el mayor enemigo de la felicidad es el miedo. ¿Coincide usted con él? Sí, ahí estamos de acuerdo. Creo que a menudo lo que nos impide ser felices es el miedo al cambio, a salir de nuestras costumbres, un poco confortables y seguras que tenemos, y no nos atrevemos a arriesgar algo más, algo que de verdad nos llena.

¿Y cómo usted define la felicidad? La felicidad es un momento pasajero, quiero decir, lo que no tiene sentido es imaginar la felicidad como estado real. Hay gente que de pronto lo deja todo y se va a una isla del Caribe porque allí será feliz y después de 20 días mirando el mar y de sentarse a tomar un daiquirí dice: “Bueno, ¿y esto es todo?”, entonces la felicidad es únicamente conseguir esos momentos que de alguna manera te llenan y en los que sientes que estás haciendo lo que de verdad quieres hacer, pero ya te digo, esos momentos van divididos en un montón de buenos momentos en los que hay que luchar por el siguiente.

Usted mencionó el cambio, ¿puede el amor cambiar a una persona? Bueno, el amor en sí, no. Lo que pasa es que el amor a veces nos hace dar cuenta de lo que nos falta y puede ser una especie de motor para que cambiemos. A lo mejor por una mujer estamos dispuestos a cambiar un montón de cosas de nuestra vida, que a lo mejor seguiríamos viviéndola rutinariamente y que no nos satisfaciese, en ese sentido sí puede ser un empujón para cambiar. 

¿Eso fue lo que le pasó a Samuel? Sí, lo que pasa es que su amor es un poco particular porque era inventado. Pero la imaginación también sirve para eso, para darnos cuenta de lo que nos falta y encaminarnos hacia ello aunque luego no lo consigamos exactamente. Samuel no va a conseguir haber tenido una relación con Clara, pero aun así se pregunta: “¿Quién sería yo si Clara me hubiese querido?”, solo con esa pregunta empieza a darse cuenta de que él podría ser otra persona.

Pero él se da cuenta de que en realidad ama a Carina… Bueno, tiene sus dudas, no está del todo seguro porque dice que está enamorado pero se queda perplejo: “¿De verdad lo estoy o sencillamente estoy diciéndolo?”, como ha dicho tantas cosas durante el libro porque sí, porque se le ocurre y a ver qué pasa, pero es posible que sí.

¿Y entonces por qué sucede esa evolución de Samuel? Porque por absurdo que sea, al empezar a obsesionarse con Clara, empieza de verdad a sentir, cosa que no hacía previamente. Siente en una situación peculiar, por una mujer a la que no conoce, y para acercarse a ella empieza a engañar a todo el mundo, con lo cual empieza a sentir esa sensación de riesgo, de atreverse a hacer algo; en algún momento de la novela dice: “Nunca me atreví a hacer algo verdaderamente drástico”, entonces de pronto comienza a arriesgarse y por eso empieza a cambiar.

Usted ha hablado de la invención, y dice Samuel que vivimos con fantasías que nos construimos para explicar al otro y crear una relación. ¿Se puede crear una relación en base a fantasías? No es posible hacerlo de otra manera. Cuando uno se enamora sabe poco del otro en general, pero lo construye a través de las propias necesidades, los propios deseos. Tú construyes otro yo que es el que va a satisfacer todos esos deseos, luego nadie satisface todos los tuyos ni todas tus necesidades y tienes que empezar a adaptarlo a la vida real. Incluso, en una relación de largo tiempo hay una parte del otro que no conoces y siempre hay una parte de ti que no muestras, entonces hay siempre un espacio en construcción imaginada.

¿Entonces uno empieza la relación en base a fantasías y en la segunda etapa, cuando se conocen los defectos de la otra persona, es amor? Sí, pero también puedes conocer sus virtudes. Creo que una diferencia entre el enamoramiento y el amor es la cantidad de fantasías que hay en las dos fases.

Dice Samuel: “A veces aconsejamos a los demás que hagan justo aquello que hemos hecho nosotros y nos ha vuelto desgraciados”, ¿es cierto esto? Yo creo que con frecuencia sí. Por ejemplo, me imagino a esos padres que llevan un matrimonio infeliz, que lo han hecho todo como debía hacerse: conocerse, largo noviazgo para estar seguros, luego se casan como Dios manda y al poco tiempo son infelices. Entonces de pronto, cuando su hijo quiere cometer la locura de casarse con una mujer que conoce hace 15 días, le dicen: “No hagas locuras, eso no te va a hacer feliz”, bueno, a ustedes su sistema no les ha hecho feliz, entonces siguen recomendándolo. Es un ejemplo y algo que me llama mucho la atención, a veces cuando oigo a gente dar consejos a otros en situación de crisis, de lo que sea, y terminan recomendando aquello que no les ha funcionado, pero les parece que es lo que se debe hacer. Esa idea del deber a menudo tapa la situación real de la gente.

Hablando de consejos, ¿cuál le daría a quienes leerán su libro? Que se despojen de prejuicios de ser posible, que no vayan con la idea preconcebida de lo que tiene que ser el amor y de cómo debe entenderse, y que intenten no juzgar sino entender al personaje.

Una premiada trayectoria

Ciudad de Irún de Poesía por “Biografía del Explorador” (1993).
Grandes Viajeros de Libros de Viajes por “China para hipocondríacos” (1998).
Primavera de Novela por “Las vidas ajenas” (2005).
Gómez de la Serna por “La comedia salvaje” (2011).
Anagrama de Ensayo por “La ética de la crueldad” (2012). 

¿Deseas saber más de este autor?
Visita su página web www.ovejero.info